Ni quiero abundar con culpas o reproches a la imprevisión de las autoridades responsables de prever la carencia del suministro de agua y dar soluciones para que la gente pueda seguir utilizando este elemento indispensable para la vida. Por esto quiero hacer una modesta contribución en la búsqueda de soluciones concretas a problemas reales.
Antes de exponer algunas propuestas, tenemos que tener conciencia que si bien las obras planteadas aportan soluciones, el plazo de realización de las mismas nos enfrentará a un próximo verano con muchos problemas de suministro de agua, por lo que es necesario poner en marcha ya, medidas concretas que permitan su ahorro y optimización de su uso.
Uno de los problemas que acarrea la falta de agua es la poca presión que se desarrolla en los conductos que la suministran y por ello edificios que tienen depósitos elevados recurren a bombas aspirantes para obtener agua y llenar esos depósitos. Por ello sería importante como primera medida, hacer efectiva y generalizar la propuesta que presentó la concejal Aloma Sartor, para la construcción de depósitos soterrados con suficiente capacidad para que estos puedan llenarse con la poca presión de las cañerías y desde estos depósitos llenar, mediante bombeo, los tanques ubicados a gran altura. Esta medida propuesta para edificios a construir, debería hacerse obligatoria para todos los edificios y el gobierno municipal, debería gestionar créditos para que los consorcios tengan los recursos económicos para afrontar este gasto.
En relación a lo anterior deberían inspeccionarse las conexiones domiciliarias para detectar el uso de bombas aspirantes, que sirven para solucionar el problema de presión en una casa, pero disminuyen la presión en las cañerías de distribución, perjudicando a todos los vecinos.
Otra medida en relación a edificios sería modificar las instalaciones sanitarias para que reutilicen las llamadas “aguas grises”, aplicándolas a la carga de mochilas y tareas de limpieza de instalaciones. Esto también podría financiarse con créditos blandos utilizando los fondos del ANSES, que tendrían mejor destino que la compra de heladeras en invierto.
Adicionalmente, se debería, exigir el lavado de veredas e instalaciones con pequeñas hidrolavadoras, que consumen menos agua que el método de lavado clásico con baldes o mangueras conectadas da la red.
También se debería exigir a los lavaderos de vehículos, que instalen plantas de reciclado de las aguas de lavado, con una capacidad promedio del 70% de recuperación de las aguas de proceso.
En el caso de piletas de natación no alimentadas por surgentes, se les debería exigir que presenten un plan de manejo del agua de la piscina, que disminuya la frecuencia del rellenado de la misma, y medidas compensatorias de recuperación del agua, para evitar un sobre consumo.
El mismo tratamiento deberían tener los particulares que tienen parques que requieren gran cantidad de agua de riego, los cuales deberán presentar medidas para disminuir los requerimientos de riego y/o de compensación de los volúmenes de agua requeridos para el riego, como por ejemplo reciclado de aguas grises.
Se podría proponer el reemplazo de canillas de agua comunes por canillas que utilicen aireadores que reducen el consumo de dichas canillas en más de un 30%.
Debería exigirse, dada la emergencia que todas las viviendas tengan un certificado de inspección para garantizar la ausencia de pérdidas de agua. Se debería utilizar la escuela de oficios municipal para que alumnos de plomería, realicen inspecciones y reparaciones gratuitas, en viviendas de escasos recursos.
También se debería realizar importantes campañas de información sobre formas de ahora de agua y uso eficiente de la misma.
Se podría exigir que los baños de bares y lugares públicos tengan temporizadores de consumo de agua para disminuir su consumo excesivo.
Estas y otras medidas que puedan surgir del sentido común, no solucionarán el problema pero ayudarían a paliar muchos problemas que sin dudas vamos a sufrir muy pronto.
Antes de exponer algunas propuestas, tenemos que tener conciencia que si bien las obras planteadas aportan soluciones, el plazo de realización de las mismas nos enfrentará a un próximo verano con muchos problemas de suministro de agua, por lo que es necesario poner en marcha ya, medidas concretas que permitan su ahorro y optimización de su uso.
Uno de los problemas que acarrea la falta de agua es la poca presión que se desarrolla en los conductos que la suministran y por ello edificios que tienen depósitos elevados recurren a bombas aspirantes para obtener agua y llenar esos depósitos. Por ello sería importante como primera medida, hacer efectiva y generalizar la propuesta que presentó la concejal Aloma Sartor, para la construcción de depósitos soterrados con suficiente capacidad para que estos puedan llenarse con la poca presión de las cañerías y desde estos depósitos llenar, mediante bombeo, los tanques ubicados a gran altura. Esta medida propuesta para edificios a construir, debería hacerse obligatoria para todos los edificios y el gobierno municipal, debería gestionar créditos para que los consorcios tengan los recursos económicos para afrontar este gasto.
En relación a lo anterior deberían inspeccionarse las conexiones domiciliarias para detectar el uso de bombas aspirantes, que sirven para solucionar el problema de presión en una casa, pero disminuyen la presión en las cañerías de distribución, perjudicando a todos los vecinos.
Otra medida en relación a edificios sería modificar las instalaciones sanitarias para que reutilicen las llamadas “aguas grises”, aplicándolas a la carga de mochilas y tareas de limpieza de instalaciones. Esto también podría financiarse con créditos blandos utilizando los fondos del ANSES, que tendrían mejor destino que la compra de heladeras en invierto.
Adicionalmente, se debería, exigir el lavado de veredas e instalaciones con pequeñas hidrolavadoras, que consumen menos agua que el método de lavado clásico con baldes o mangueras conectadas da la red.
También se debería exigir a los lavaderos de vehículos, que instalen plantas de reciclado de las aguas de lavado, con una capacidad promedio del 70% de recuperación de las aguas de proceso.
En el caso de piletas de natación no alimentadas por surgentes, se les debería exigir que presenten un plan de manejo del agua de la piscina, que disminuya la frecuencia del rellenado de la misma, y medidas compensatorias de recuperación del agua, para evitar un sobre consumo.
El mismo tratamiento deberían tener los particulares que tienen parques que requieren gran cantidad de agua de riego, los cuales deberán presentar medidas para disminuir los requerimientos de riego y/o de compensación de los volúmenes de agua requeridos para el riego, como por ejemplo reciclado de aguas grises.
Se podría proponer el reemplazo de canillas de agua comunes por canillas que utilicen aireadores que reducen el consumo de dichas canillas en más de un 30%.
Debería exigirse, dada la emergencia que todas las viviendas tengan un certificado de inspección para garantizar la ausencia de pérdidas de agua. Se debería utilizar la escuela de oficios municipal para que alumnos de plomería, realicen inspecciones y reparaciones gratuitas, en viviendas de escasos recursos.
También se debería realizar importantes campañas de información sobre formas de ahora de agua y uso eficiente de la misma.
Se podría exigir que los baños de bares y lugares públicos tengan temporizadores de consumo de agua para disminuir su consumo excesivo.
Estas y otras medidas que puedan surgir del sentido común, no solucionarán el problema pero ayudarían a paliar muchos problemas que sin dudas vamos a sufrir muy pronto.
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